comunicación asertiva

LA IMPORTANCIA DE DEL LENGUAJE CORPORAL: 

 Cuando hablamos de comunicación, solemos pensar solo en las palabras que decimos. Sin embargo, los gestos, posturas, expresiones faciales y tono de voz forman parte del lenguaje no verbal, y este representa hasta el 90% del impacto de un mensaje según diversos estudios en psicología de la comunicación.

Una postura erguida, el contacto visual directo (pero no intimidante), un tono de voz firme pero respetuoso y movimientos corporales tranquilos, transmiten seguridad, confianza y coherencia. Por el contrario, cruzar los brazos, evitar la mirada o hablar en voz baja pueden proyectar inseguridad o desinterés, incluso si las palabras dicen lo contrario.

Por ejemplo, si alguien dice "Estoy muy interesado en este proyecto", pero lo hace mirando hacia abajo, con los hombros encogidos y sin fuerza en la voz, su mensaje pierde credibilidad. En cambio, si lo expresa con entusiasmo, mirando al interlocutor y con energía, el mensaje gana impacto.

Ser conscientes de nuestro lenguaje corporal es una habilidad fundamental para lograr una comunicación asertiva. No se trata de fingir o actuar, sino de alinear lo que decimos con lo que expresamos físicamente. Esto refuerza nuestro mensaje y nos permite conectar mejor con los demás. Además, interpretar correctamente el lenguaje no verbal de otras personas nos ayuda a responder de manera más empática y adecuada en diferentes situaciones.




APRENDER A DECIR "NO" SIN DISCULPAS: 

Decir “no” es una de las formas más claras de establecer límites, pero también una de las más difíciles. Muchas personas, por temor a causar molestias, parecer egoístas o generar rechazo, terminan aceptando compromisos o situaciones con las que no se sienten cómodas. Esto genera frustración, estrés e incluso resentimiento.

La comunicación asertiva enseña que decir “no” no significa ser grosero ni indiferente, sino tener respeto por uno mismo y por los propios límites. Una persona asertiva es capaz de negarse de manera directa, clara y respetuosa, sin necesidad de justificarse en exceso ni de sentirse culpable.

Un ejemplo asertivo sería:

“Gracias por considerarme, pero en este momento no puedo ayudarte con ese encargo.”
O también: “Me encantaría participar, pero tengo otros compromisos que atender.”

Este tipo de respuestas evita rodeos, es amable pero firme, y deja claro que no se está disponible sin generar conflicto. Aprender a decir “no” permite proteger el tiempo personal, reducir la sobrecarga emocional y fortalecer la autoestima.

Es importante recordar que decir “sí” a todo no siempre es sinónimo de ser buena persona, y que poner límites sanos también ayuda a mejorar nuestras relaciones, ya que las personas nos perciben como sinceras y confiables. En cambio, ceder por obligación puede llevar al desgaste emocional y a relaciones poco equilibradas.


referencias bibliográficas: 

  • Pérez, M. (2019). La importancia de la comunicación asertiva. Revista Digital Psicología y Vida, 12(3), 45–50.
  • Comunicacion. (2024, 17 abril). ¿Qué es la comunicación asertiva y qué técnicas hay? Escuela de Postgrado de Psicología y Psiquiatría. https://eepsicologia.com/que-es-comunicacion-asertiva/



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